La necrópolis de Medellín (Badajoz) es un cementerio de incineración de época Orientalizante situado en la margen izquierda del Guadiana en torno a la actual población. Comenzó a utilizarse alrededor del 675 a. C. y dejó de usarse hacia el 450 a. C.
Era el cementerio correspondiente al poblado que se asienta estratégicamente en el Cerro del Castillo, junto a la desembocadura del río Hortigas, para controlar el vado del Guadiana. Este asentamiento ha sido identificado por algunos investigadores como la antigua ciudad de Conisturgis -capital de los Conios- mencionada por fuentes antiguas.
Los primeros hallazgos de la necrópolis se produjeron de forma casual hacia 1960 al abrir un pozo de riego. Aunque fue excavada sistemáticamente durante los años 1969-1970, 1982, 1985 y 1986 aún queda una parte importante del yacimiento por excavar.
La necrópolis se caracteriza porque en ella se atestiguan dos modalidades de incineración: aquella en la que los restos del difunto se depositan en una fosa o bustum, donde había tenido lugar la cremación (enterramiento primario), y aquella en la que las cenizas, una vez cribadas, son introducidas en una urna cineraria o directamente en un hoyo excavado en el suelo, lejos de la pira funeraria donde fueron cremados (enterramiento secundario). Urnas y fosas podían estar o no cubiertas con encachados de guijarros.
Durante las ceremonias y rituales funerarios se depositaron en los enterramientos ofrendas de objetos y animales, entre ellos gran cantidad de bienes importados que evidencian contactos comerciales y culturales con el Mediterráneo Oriental. Destacan por su volumen y calidad los marfiles decorados con imágenes de contenido religioso como el peine con la representación de una diosa alada que puede contemplarse en la Sala de Protohistoria.
El yacimiento no es visitable.
ENLACES:
http://museoarqueologicobadajoz.juntaex.es/web/view/portal/index/standardPage.php?id=165
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